jueves, 23 de abril de 2009

Como mueren los sueños de los niños

En Colombia, el tema de la niñez ha sido campo fértil para el planteamiento de toda clase de situaciones: tomarla como base de puntos programáticos en las campañas políticas, invocar su mala situación frente a la sociedad como bandera demagógica de funcionarios tanto públicos como privados, y también, como negarlo, ha sido punto de partida de diagnósticos y programas serios que quieren ayudarla sin ningún compromiso mayor que el de convertir a Colombia en un lugar más humano.


Aquí, como en buena parte del mundo subdesarrollado, se observa no pocas veces una gran indiferencia de la sociedad hacia ese grupo de personas, cuyos derechos han sido tradicionalmente desconocidos. Basta ver que la situación de maltrato da pie para encabezados de primera pagina en los diversos medios de comunicación, denotando que aquí, a diferencia de muchos otros lugares, se está construyendo en muchas ocasiones el futuro, sobre la base del sufrimiento de los más indefensos, circunstancia que hoy a la puerta del siglo XXI es totalmente reprochable y nos obliga a tomar las más decididas acciones para derrotar la repugnante actitud de los adultos frente a los niños.


Observamos como lamentablemente en nuestras ciudades "se juega con el niño", puesto que es tomado como objeto de las más diversas formas de maltrato, hasta el punto que se le niega su individualidad y dignidad, considerándolo poco menos que un animal. A modo de ejemplo esta situación en Santa Fe de Bogotá D.C., se torna preocupante si tenemos en cuenta que el 35.5% de la población es menor de edad, lo que indica que nos encontramos frente a un futuro nada alentador, ya que se está conformando una sociedad cuyos miembros serán personas con todo tipo de problemas, que influirán negativamente tanto en lo individual como en lo colectivo; es por lo tanto, que debemos actuar de inmediato para evitar la catástrofe social que se avecina.

Las cifras que manejan las autoridades sobre la violencia contra los niños y niñas del país resultan alarmantes. Tan sólo entre enero y agosto de este año, cerca de 520 menores de edad han sido asesinados. Trece de ellos eran menores de un año.

El oscuro panorama de delitos contra la niñez en Colombia comprende, anualmente, 850 casos de maltrato severo y 200 casos de violación, de los cuales se denuncia menos del 20 por ciento. En el 2007, el Instituto Nacional de Medicina Legal practicó 20 mil dictámenes de violencia sexual. De estos actos, 17 mil fueron cometidos contra menores de edad, la mayoría niños y niñas menores de 14 años. También la Procuraduría General calcula que 25 mil niños y niñas en Colombia, sobretodo entre 8 y 12 años, son explotados sexualmente (cuadro 1).

Cuadro 1

Número de casos presentados por 3 de los delitos más comunes de maltrato.

DELITO

Nº DE CASOS

EDAD DE LOS MENORES

MALTRATO SEVERO

850

Menores de 14 años.

VIOLACIÓN

200

Menores de 14 años.

EXPLOTACIÓN

350

Menores entre los 8 y 12 años.

Fuente: ICBF

La cifra, sin embargo, es la punta del iceberg de una problemática de gran magnitud sobre la que han advertido autoridades nacionales, organismos internacionales y organizaciones civiles

El maltrato comprende diferentes categorías, formas que presentan sus características específicas. Las formas de maltrato más significativas son el maltrato físico, psicológico, abuso sexual, negligencia o descuido y maltrato social entre otros.

Maltrato físico: Es toda una forma de agresión infligida al menor por sus padres, responsables o adultos, producida por le uso de la fuerza física no accidental. Sus consecuencias pueden ser transitorias o permanentes, incluyendo la muerte. Su gravedad y época de ocurrencia se gradúa de acuerdo con lo establecido por medicina legas: leve, moderado o grave y antigua, reciente o recurrente.

Maltrato psicológico: Es aquel que se genera por carencia, exceso, alteración o combinación de las anteriores, en las relaciones que inicialmente e dan en los niños a través de los padres o cuidadores y se van extendiendo a lo largo de la vida, produciendo alteraciones en su desarrollo psicoafectivo, motor, del lenguaje, de socialización y de adaptación.

Estas alteraciones se pueden presentar por la ausencia de los padres, por la sobreprotección o por la incapacidad del adulto para relacionarse con el niño, al no tomar en cuenta su ritmo de desarrollo individual.

Las podemos clasificar en:

· Leve, aquellas que son responsables en corto tiempo de tratamiento.

· Moderada, que requiere una intervención prolongada al niño y a su familia.

· Grave, aquellas que no tienen retroceso y sus secuelas acompañan a la victima toda la vida.

Abuso sexual: Contactos o interacciones entre un niño y uno o varios adultos, cuando el primero se utiliza para estimulación sexual del segundo o de otra persona, mediante engaño o fuerza física. Se distinguen como abuso sexual las siguientes modalidades:

Acceso carnal (con penetración), actos sexuales (todo acto diferente al acceso carnal, como: tocamientos, exhibicionismo, manipulación), corrupción (actos en presencia del niño o que le induzca a practicas sexuales), inducción o constreñimiento a la prostitución.

Negligencia o descuido: entendido como al privación de las necesidades básicas cuando se pueden brindar, alimentación, educación, salud, cuidado, para garantizar al niño un desarrollo biopsicoafectivo. (Articulo 44 de la Constitución Nacional. Derechos Fundamentales del Niño). Su gravedad esta dada por las posibilidades o no de recuperación.

Maltrato Social: Situación en la que se encuentra un ninfo, ninfa o adolescente en relación con la no satisfacción de sus necesidades básicas, como consecuencia de falta de garantías estatales para el acceso a los servicios sociales de subsistencia, por parte de quienes tienen a cargo su crianza, ya sea los progenitores o quienes hagan sus veces.

Las modalidades más conocidas del maltrato social son: el abandono físico, el deterioro social del niño, el niño de y en la calle, el niño infractor, el vinculado a otros terroristas, el trabajador.

Del 20% de los casos denunciados, el 75.1% se debe al maltrato físico, el 31.2% se debe al maltrato social, el 22.2% se refiere al maltrato sexual, el 44.1% al maltrato emocional y el 24.2% se debe a la negligencia, porcentajes que se dividen a su vez dependiendo del sexo (cuadro 2).

Cuadro 2

Porcentaje de niños y niñas en relación con los diferentes tipos de maltrato

LESION

NIÑAS

NIÑOS

MALTRATO FISICO

40%

35.1%

MALTRATO SOCIAL

18%

13.2%

MALTRATO SEXUAL

3.8%

18.4%

MALTRATO EMOCIONAL

23.6%

20.5%

NEGLIGENCIA

14.5%

9.7%

Fuente: ICBF

Dada la magnitud del problema de maltrato demostrada por le numero de denuncias ante defensoría y ICBF, y las consultas y hospitalizaciones, las instituciones de salud, se concluyen que en el país se deben desarrollar investigaciones a nivel de comunidad para tener la visión completa del problema, pues los casos que se llegan a diagnosticar son apenas la punta del iceberg. Y no solo esto, se debe informar a la comunidad a cerca de las formas de maltrato, factores de riesgo de maltratadores y maltratados, régimen jurídico que respalda al menor y además ofrecer sitios y personal de apoyo en educación y prevención, pues evitar que el maltrato ocurra es el objetivo final de nuestra acción en salud.

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